martes, 28 de mayo de 2013

tan solo una mirada

Tan sólo una mirada es su recuerdo latente que se disipa como gotas cristalinas, de agua
se diluyen como mis solitarias esperanzas y mis frías letanías... El fervor de su compañía
es impreciso, me hace falta como la luz de un nuevo día mis quimeras se han dormido...
en su ausencia, lastima con ferocidad el olvido… De nubes apagadas se cubre el cielo, su estrella se ha ido...

En busca de otro cielo ha partido mi fugaz sueño se ha llevado en sus blancas alas mi abrigo
se ha perdido... La veo ante mí, pero sigo, silente esperaré paciente, que la brisa de primavera traiga otra vez su dulce fragancia y en sus manos la caricia complaciente,
emergerán otra vez las blancas flores del noble edén, por donde su paso, seguro
se emplazaba feliz su espíritu volverá transfigurado en un pequeño colibrí...

Volverá a beber el polen de las flores la dulzura y el dulce néctar que su ternura y simplicidad alimenta... Me quedaré esperando su llegada aguardando resignado, y sin prisas la ilusión perpetua que mi alma atormenta en sueños de mi propia creación ella es por las noches mi oración en frases sentenciosas al buen Dios... El se complace en mis sinceros sentimientos conoce mis anhelos mejor que nadie Y me consuela cada noche, en sueños
La trae hasta mí y me permite, adorarla Y ser feliz...

Es mi martirio, no poseer su virtud soy culpable de mi propio sentir y mi apego a su silueta,
en nocturnos pensamientos y frases verdaderas en fantasías propias y etéreas mis letras perdidas en busca de vírgenes praderas precisa el canto del viento, y la convicción de un poema, aferrado a mis dogmas más sublimes su imagen palidece aparecen las dudas como grietas...

Como un anacoreta, ermitaño y penitente disipo mi propia esperanza tumbando mí abatido espíritu... La ilusión es una quimera presente, como presente es la lluvia que enfría mi alma abrumada, es una melodía triste, fluye constante ruidosa y perdurable, como su propia voz, que mana cristalina entre las piedras, pintando de azul su retrato indestructible las sombras se proyectan, afanosas cubriendo las calles,

Apagando senderos que fueran luces perennes y esperanzas palpables su canto en todas partes, brota en cada flor anunciando la primavera y la promesa de un exquisito amor
refinado como el mármol, puro como el más fino cristal, reluciente a pleno sol apasionado e inmortal, mi poesía renace, cuando imagino lo profundo de sus verdes ojos distantes y lejanos como el mar cada vez más lejos de mi la distancia se vuelve fría y mortal
perdón por quererte, perdón por llamarte princesa en mis sueños musa en mis quimeras, reina azul en mis cuentos...



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