jueves, 9 de mayo de 2013

CUANDO ME FALLO


Cuan frágil es mi mente al encontrarse sin armadura alguna ante tus recuerdos, siento fallarme en los momentos que en tu distancia haces presencia en mi desdicha por tu ausencia.

Tomo un momento para escribir lo que en este punto sobra decir, pero es el recuerdo con vida propia lo que me hace sufrir, las madrugadas han perdido sus horas y es un pensamiento constante.

Me convierto en rehén por las noches y el día me lo recuerda con el sueño perdido, quisiera recorrer kilómetros pero ninguno de ellos me lleva a lo que era, trato de recordar lo que viví contigo, pero sólo tengo presente el principio y el fin, los detalles sólo vienen si tú estás…

Cuantas veces sonreímos antes que las probabilidades nos alcanzaran, en este viaje nocturno, en estos recuerdos oscuros, como detener el tiempo, como recordar este sentimiento que no sea aliento a mi sufrimiento, aun despierto de lo que parecía un sueño eterno, aun aturdido por este juego incierto, perdí sin darme cuenta y aposté lo último que tenía.

Hoy mis pensamientos ya no son libres como los que te daba, son esclavos de esta mala racha, son el castigo de una fe mal entregada.

Cada ocaso será supervisado por mi soledad, el dolor será el dueño de mis pensamientos lo que dure cada aliento, lo que demore el aire en ocupar el espacio que ha dejado mi cuerpo al abandonar este lugar… Trataré con los años de recordar, trataré de no dejarte ir en mi mente y vivirás eternamente, para que mi castigo tenga sentido con el paso del tiempo, y en el momento que se apague la última luz será porque te he dejado de pensar...

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